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Deep Purple en el Palacio de Vistalegre (crónica)

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Ramshackle Man

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Deep Purple en el Palacio de Vistalegre (crónica)

Algo más objetivo...

Ver a los clásicos en directo siempre tiene su encanto, y el caso de la nueva venida de DEEP PURPLE a España (Madrid y Barcelona esta vez) no fue una excepción. De todos modos, una vez acabado el concierto, lo primero que pensé es que 40 euros (45 en taquilla), sin teloneros, y con hora y media justa de concierto, era cuanto menos un capricho caro, lujoso y agradable pero ya no tan imprescindible como otras veces.

De todos modos, no creo que nadie de los que se acercaron a Vistalegre el pasado martes pensaran demasiado en esto sino más bien en disfrutar de los posibles últimos coletazos de una de las mayores leyendas de nuestra historia roquera.

Además, me resultó curioso el detalle de ver una mezcla de público bastante diferenciada, en el sentido de que había bastante gente de 35 para arriba (que posiblemente habrían visto a la banda muchas veces... y que a su vez ya no se acercan demasiado a ver conciertos), y por otro lado también bastante audiencia muy joven, seguramente empujado por el acicate histórico de la formación y por la oportunidad de verles posiblemente por primera vez (y es que hacía tres años de la anterior, al menos en Madrid, con MEDINA AZAHARA y MR ROCK en la Cubierta de Leganés, si no recuerdo mal).
Deep Purple - Foto: Wences de la Rosa

Deep Purple - Foto: Wences de la Rosa

Otra curiosidad fue que Vistalegre estaba adaptado para la ocasión (como ya se ha hecho otras veces por ejemplo con el Palacio de los Deportes), reduciendo considerablemente su aforo tapando todo el graderío con una lona contínua circular, y que dejaba libre simplemente el espacio diáfano de la pista, donde cabrían así unas 4.000 personas, aunque también hay que decir que posiblemente no hubiera más de 2500 esta vez viendo a PURPLE (y es que el precio de las entradas, que era martes, y la avalancha de conciertos de este otoño, seguro que echó para atrás a bastante gente que en otras condiciones se hubieran acercado seguro).

De todos modos, no dio la impresión de vacío, aunque bien es cierto que no había ningún agobio en la citada pista, con muchos huecos entre la gente (especialmente en la parte de atrás) y se pudo ver el concierto de manera perfecta en todo momento.
Deep Purple - Foto: Wences de la Rosa

Deep Purple - Foto: Wences de la Rosa

A nivel de escenario, nos encontramos con estructura amplia, muy diáfana, con grandes telas blancas de fondo (sobre las que en algún momento del show se proyectarían algunas imágenes abstractas) con el gran teclado triple de Don Airey en un lateral, la batería del increíble Ian Paice (para mí sigue siendo sin duda el mejor batería de rock que he visto nunca en directo) en el otro, aunque más centrada, y bastante espacio libre para que Roger Glover y Steve Morse (¡vaya dos cracks!) hicieran de las suyas. Y me queda nombrar a Ian Gillan, que mantiene el tipo pero que obviamente es al que más le cuesta de los 5 mantener el nivel y status clásico y legendario de DEEP PURPLE como banda única e irrepetible.

Y eso que me pareció mucho más sencillo, afable y cercano que antaño (cosas de la edad, que dirían algunos), y es que los años del distante, salvaje y melenudo Gillan de los gritos imposibles quedaron muy atrás. Ahora se muestra como un elemento más de la maquinaria, dando mucho protagonismo lógico a sus compañeros, descansando cada dos o tres canciones, o incluso alternando temas más difíciles con otros mucho más suaves para que su voz pueda llegar correcta al final del concierto (y aún así sufre de lo lindo en momentos puntuales). De todas formas, el tono de su voz es único y aunque ya no puede ni acercarse a los registros del mejor Gillan, sigue siendo una delicia escucharle cantar en los cortes más melódicos. Una lástima que con "Highway star" o "Space truckin'" le cueste horrores siquiera subir hasta algún grito (se ponía rojo y aún así no siempre le salía la voz aguda), pero los años no perdonan y supongo que mejor encontrar a un Gillan limitado y sin forzar que a un "gallinaceo" de turno que dé lástima.

Por cierto, que no se me olvide nombrar el detalle de las excelentes luces del concierto, muy blancas y luminosas (valga la redundancia), y del buen sonido que disfrutamos durante todo el concierto, totalmente limpio, nítido pero potente en todo momento... y más de uno pensó maliciosamente que seguro que en La Cubierta (donde iba a realizarse inicialmente aunque se cambió a última hora... supongo que por venta de entradas) hubiera sonado igual... Y musicalmente, está claro que la banda está a un nivel excelente, quizás más flojo Gillan como digo, pero en todo momento se nota que son increíblemente profesionales, cubriéndose continuamente, haciendo breves sólos y partes instrumentales en todo momento para que el veterano vocalista descanse la voz, alternando un tema "cañero" con dos más suaves... Personalmente me alucinó una vez más Ian Paice, con su sencillo kit de batería y detrás de sus "gafillas" oscuras de siempre, demostrando que no hacen falta 4 bombos y cien platos para demostrar que eres grande. Y del resto, es una gozada ver a dos eternos hippies del rock como Roger Glover (con su pañuelo pirata y su barba/melena blanca de "anciano" venerable, claro) y Steve Morse, sin parar de sonreír ni un segundo de la actuación y acariciando sus instrumentos como los ángeles (y con los respetos máximos al dios Blackmore, que es inimitable, pero lo de Steve Morse es mucho, ¡lo que toca este tío y el gusto y encanto que tiene!). Y a su vez Don Airey es también el más digno sucesor de Jon Lord, es un estilo 100% "amo y señor del Hammond", siendo incluso en mi opinión el que más protagonismo musical tiene en el actual sonido de directo del grupo... y además en Madrid lo bordó.

Y hablando ya del set list, empezaron puntuales (a eso de las 21:15) muy bien con el clasicazo "Highway star", aunque tocada bastante más lenta para que Gillan la pudiera atacar de la manera más decente posible. De todos modos, era bonito ver la emoción en las caras de los "viejos rockeros" entre el respetable, y es que no nos podemos olvidar que DEEP PURPLE ha sido una de las bandas claves de la historia del rock. "Things I never said" de los últimos tiempos me pareció muy sosilla, pero sirvió para que Gillan comenzara a sentirse más cómodo, y poder afrontar la fantástica "Strange kind of woman" con garantías, que cantó todo el público (mientras Gillan sonreía y "jugaba" con nosotros y se atrevía incluso con la pandereta en algún momento).

Era el momento de volver a dejar a Gillan relajarse con la épica y "misteriosa" "Rapture of the deep", que personalmente me parece "un purazo", las cosas como son, pero en el contexto del concierto entiendo que son temas necesarios y yo punto en boca y a apuntar detalles del show mientras sonaba el tema. Creo que fue "Fireball" el siguiente cañonazo clásico, con un inicio espectacular de Ian Paice y Steve Morse demostrando que le da igual tocar rock clásico, blues y riffs de heavy metal, es un genio en cualquier disciplina.

28/9/2009, 0:01

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Re: Deep Purple en el Palacio de Vistalegre (crónica)

El primer sólo de la noche fue del maestro Morse, en tesituras blueseras, para dar paso a uno de los momentos más bonitos de la noche con "Sometimes I feel like screaming", el que fue el primer single del fantástico "Purpendicular", el primer disco de la última etapa de la banda (allá por 1996), y que siempre me encantó.

Deje de balada de impresión pero con estribillo más movido y donde Gillan sí se lució aportando muchísimo encanto a un gran tema (que incluso fue muy coreado pese a no ser un rotundo clásico). Seguíamos con momentos instrumentales, que a su vez se empalmaron con el clásico instrumental "Wring that neck" de sus primerísimos tiempos a finales de los 60, nada más y nada menos, rematado a modo de jam session a la vieja usanza y con Gillan "bailando" en el escenario.

La gran sorpresa del set para mí fue la inclusión de la maravillosa "The battle rages on", que daba título al último trabajo con Ritchie aún en PURPLE, un fantástico disco de 1993 donde pese a todo el tema que sobresalía era la increíble "Anya" (aunque hace ya tiempo que no la tocan), seguida por este precioso tema de corte 100% "Perfect strangers" y, ¿porqué no decirlo?, 100% RAINBOW, que quedó fantástica... Y de nuevo tocaba parte instrumental, en este caso cediendo el protagonismo al teclista que, curiosamente y como guiño divertido a su pasado, comenzó tocando el principio de "Mr Crowley" de OZZY, en un detalle que los más metaleros pillamos enseguida porque es inconfundible.

Eso sí, el sólo en sí fue más clásico/experimental, en la onda del disco en solitario del señor Airey (uno de los mejores teclistas del mundo, por cierto).

Íbamos acercándonos a la parte final, pero aún quedaban temas importantes, y "Perfect strangers" es ya uno de los superclásicos por derecho, aunque esta vez quedó rara en directo, pero el tema es una maravilla y por supuesto que todos la disfrutamos... Y dejábamos la parte más melódica para volver a dar "caña" con otra de las imprescindibles (y con las que de nuevo era increíble ver la sonrisa en las caras de los más mayores), "Space truckin'"... que le costó tela a Gillan, las cosas como son.

Y tras otro breve sólo de Steve Morse para que Gillan cogiera aire, el riff inmortal de "Smoke on the water" retumbaba en el recinto, arrancando obviamente la mayor ovación pero que yo me quedé con el detalle de lo que parecían disfrutarla los propios PURPLE encima del escenario, sin parar de sonreír y supongo que, una vez más, emocionados por la respuesta antes su tema más laureado.

Con "Smoke on the water" se remató el concierto antes de los bises, con lo que todos sabíamos que ya quedaba poquito, y para terminar escogieron dos temas más "festivos" como son "Hush", siempre divertida y bailona (aunque creo que algunos pensamos que es un tema que a día de hoy les queda mejor a GOTTHARD, en una versión que han hecho suya) y una versión extendida y con largo final instrumental "muy 70's" de "Black night", muy guapa, y perfecta para poner punto y final al show. Pese a los "oés" de la gente y la emocionada despedida de la banda (que se marchó muy satisfecha y agradecida de la reacción del público en Madrid), incluso el par de minutos que se quedó Gillan ya sólo en el escenario agradeciendo personalmente nuestra presencia y reacción, no había más y dábamos por finalizada la enésima visita de PURPLE a la capital.

En definitiva, concierto correcto y que por mucho PURPLE y demás que sean (lo digo por el tema de la edad básicamente), me pareció bastante corto, especialmente cuando al menos en Madrid no hubo teloneros (y es que otras veces han tocado con formaciones tan atractivas como STATUS QUO, CHEAP TRICK, o nuestros BARÓN o MEDINA AZAHARA, por nombrar algunos). Ahora, dicho esto, sigue siendo un lujo poder disfrutar de formaciones legendarias aún en directo, en tan buena forma (Gillan aparte, eso sí, que está justísimo), y que se les sigue viendo con una ilusión y ganas que personalmente me emociona. Además, la comidilla de muchos al salir era algo parecido a "¡no ha vuelto a haber una banda como PURPLE!", y aunque no comparto al 100% la opinión (más que nada porque yo siempre he sido más de RAINBOW, DIO y WHITESNAKE, por seguir con la saga, que de los PURPLE setenteros), sí es cierto que a día de hoy el trono sigue siendo de los clásicos.

fuente: http://www.rafabasa.com/

28/9/2009, 0:04

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